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A principios de la década de los años 70 en España el intercambio de pesetas por monedas extranjeras era muy escaso y se regía por precios prácticamente inamovibles. Los emigrantes españoles que iban a la vendimia a Francia o a trabajar a Suiza sabían que un franco francés se cambiaba por 14 pesetas (se hizo una película preciosa con ese título) y un franco suizo en torno a 16 pesetas. Por un dólar te daban 60 pesetas.

La decisión de cambiar de un régimen de tipo de cambio fijo a uno flotante se produjo de forma gradual y no se completó hasta 1999 con la entrada en vigor de la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria. Una de las decisiones más importantes que podía tomar un gobierno era la de devaluar o revaluar la moneda y conllevaba grandes debates nacionales. Se entendía que una economía iba bien si su moneda se fortalecía con relación al dólar e iba mal si se devaluaba. 

Empresas especializadas del mercado FOREX ofrecen sus servicios para optimizar una actividad en la que conviene dejarse asesorar por especialistas

En la actualidad ya consolidado el modelo de cambios flotantes se ha creado el mercado financiero más grande del mundo con una cifra de operaciones diarias que supera los 7 billones, (con b) de dólares según DailyForex. Estamos por tanto ante una actividad decisiva en la marcha de la economía mundial, que involucra a millones de personas y entidades que centran su actividad en la compraventa de divisas.

Plataformas como RationalFX han analizado las más de 300 empresas que se dedican en el mundo a esta actividad y han establecido de forma profesional un ranking de las que ofrecen mejores resultados, solvencia y garantía total en sus operaciones.

El término que se ha generalizado en el mundo para este mercado de divisas es Foreign Exchange. Su abreviatura es FOREX. Como en casi todas las actividades financieras el inglés se ha impuesto como lengua para los intercambios y es utilizada por todos los operadores de este mercado. 

Los bancos, empresas financieras, grandes inversores, fondos públicos y privados, comerciantes individuales compran y venden divisas, a la espera de que sus fluctuaciones al alza o a la baja le generen algún tipo de beneficio.

En muchos países con inflaciones altas y economías débiles la fluctuación de la moneda con relación a las monedas más fuertes como pueden ser el dólar, el yen o el euro, cambian día a día, incluso por horas por lo que la actividad de este mercado funciona las 24 horas del día, cinco días a la semana.

Los operadores de este mercado “pronostican”, “calculan” o “especulan” con la dirección que adoptará una moneda con relación a otra. Por poner un ejemplo si hoy me dan 1 dólar por 1 Euro y creo que dentro de una semana me darán 1,10 dólares por 1 euro, es decir el dólar se revalorizará y valdrá más, compraré dólares para ganar un 10% en una semana.

Evidentemente el funcionamiento del mercado mundial es mucho más complejo y a partir de esa base, empresas especializadas del mercado FOREX ofrecen sus servicios para optimizar una actividad en la que conviene dejarse asesorar por especialistas. Existen 161 monedas oficiales en el mundo, si bien la mayor parte de las operaciones se relacionan con el dólar de estados unidos, la libra esterlina, el euro, el yen, el franco suizo, y los dólares canadienses y australianos.

Para evaluar los mejores brókeres se ha tenido en cuenta en primer lugar que estén regulados por los organismos públicos de países como Reino Unido o Australia, la calidad y facilidad de manejo para ejecutar las operaciones, los costes o spreads de operar, tipos de depósitos y opciones de pago, así como la gama de instrumentos como acciones, forex, criptomonedas, índices y materias primas.

Lo que se desprende de la información facilitada por las plataformas más importantes es que normalmente los operadores individuales tienen peores resultados que los institucionales o corporativos que manejan volúmenes elevados en sus transacciones por lo que se deduce que es conveniente no ir por libre sino incorporarse a algunos de los traders más solventes y que, por sus resultados, podemos pensar que conseguirán beneficios futuros.